Wednesday, July 19, 2006

Cierre de un ciclo

Viaje al Valle de Elqui

Zarpamos en la noche del We Tripantu (año nuevo Mapuche) a las 0.00 horas de la madrugada en dirección al Valle de Elqui, famoso por sus Observatorios Astronómicos, en uno de los cielos más límpidos del mundo;
Por ser cuna y fuente de inspiración de la Poetisa;
Por la producción de uva y Pisco, famoso en el mundo;
Por las comunidades eco-catastróficas avecindadas en sus veras.
Y por las “Prédicas y Sermones del Cristo del Elqui” del poeta chileno Nicanor Parra, candidato vitalicio al Nóbel de Literatura.
Vamos 25 personas en dos naves, entre los cuales se cuentan 3 niños pequeños, 3 pajaritas preadolescentes (entre ellas Lys, nuestra flamante y exótica Princesa del Agua 2005) y los dos conductores; uno de ellos un ex policía y ex combatiente y el otro, arriero de nacimiento y guía de exploración. El equipo ha tomado la fuerza del intento y ha crecido; van personas nuevas y antiguas y ninguno sabe exactamente que nos espera en esta nueva saga en busca de los Orígenes, que ha sido nuestro gran afán, motivo de nuestros bríos y denuedos. El equipo también se ha depurado y se presenta expectante.
Salimos raudos de Santiago y tomamos viento norte; el equipo como siempre, va con cierta dosis de adrenalina que nos mantiene alerta sabiendo que de ahora en más dejaremos la vida común y la rutina capital para sumergirnos en las entrañas del realismo salvaje, atrevimiento que puede resignificar los signos vitales de nuestras relaciones con el Cosmos.
Hemos debido hacer un reacomodo de último minuto ya que nos falló uno de los vehículos e intrépido Crist, ha debido encontrar otro. Pero ya vamos. Aprovecho de dormir en medio del murmullo de mis compañeros ya que se que no tendremos tiempo para ello, pues el programa que nos hemos impuesto es nutrido e intenso y no dejara lugar al esparcimiento.
Viajamos toda la noche y ya con las primeras luces del alba llegamos a la entrada al Valle que nos recibe con su mejor cara y nos hace sentir hondamente impresionados por la luz que aquí surge de todas partes. Intentamos fotografiar el embalse, pero a las 6 de la mañana aún esta cerrado; debemos espera a que nos abran pero no hay tiempo y seguimos adelante. En la localidad de Vicuña vamos al camping “la Luna”, que hemos contactado desde Santiago gracias a la impecable gestión de Kristiance, quien gestiono los permisos y las reservas desde el “Gabinete Sr. Embaixador”. El lugar nos parece espléndido; y por temporada baja somos los únicos visitantes.
Desempacamos haciendo un breve reconocimiento del recinto, luego desayunamos en una alegre francachela, con huevos de campo (hoy en extinción) y leche de vaca (de esas que caminan). Luego de lo cual nos preparamos para salir al pueblo. Dos chorros de avión cruzan al cielo dándonos la bienvenida, nos preguntamos ¿cómo sabrían que vinimos?
El Vicuña tiene ese olor a pueblo de cuento infantil, los colores destilados por el tiempo evocan momentos perdidos en los recovecos de la memoria remota, y el azul del cielo tiene una profundidad inesperada. La arquitectura en sus detalles y adornos va mostrándose de a poco y provoca en el visitante la sensación de haber estado antes en este lugar...
Visitamos la iglesia que es enteramente de madera, incluso las columnas tienes clavos de tarugo. Encanta el ambiente naif-religioso, que arroba el alma.
Luego pasamos a visitar el Museo de la poeta, en donde su canto y prosa esta tan impregnados en lo que fueron sus libros, muebles, sus cartas e imágenes, y hacen sentir como, ha habido almas que experimentan la existencia en sus más portentosas fuerzas y en sus más finas contenciones, y que buscaron el significado de este drama cósmico más allá de los dominios conocidos; siendo la poesía un arma temible en ese acometido. Sufrió ella y vivió el mundo y su acaecer de titanes como la lucha permanente entre la luz y la oscuridad... Busco a mi abuela Judith entre las fotos en donde aparece la poeta con sus alumnas en el liceo de Temuco, pero no llogro reconocerla.
Nos viene a la memoria los versos de nuestro querido poeta Jonás, al ganar Los Juego Florales de Vicuña, el año 1993, con el libro “El Espíritu del Valle” (que antes había ganado la Mistral): “La boina en la frente, / los ojos mansos, / La cabeza erguida / y su sonrisa / como una mariposa / encendida.
Salimos del museo respirando poesía por los poros.
Luego visitamos el Museo de los Bichos, otra atracción turística.
Seguimos a un restaurante en las afueras, que usa un novedoso sistema de energía; se trata de captadores que aprovechan la luz solar para cocinar, y con las que unas emprendedoras mujeres han hecho fama más allá de las fronteras del Valle. Almorzamos en el fragor de una interesante conversación acerca de los mundos espirituales y la salud, que nos entrega con emoción la Maga.
En ese momento, de golpe me doy cuenta que he pasado a ser un indocumentado... y además desfinanciado: es decir un perfecto ilegal. Es raro sentirse un autsider.
Seguimos viaje hacia una de las productoras más famosas de Pisco del mundo (ya que Pisco solo se puede producir, según ley, en cuatro quebradas de la tercera y cuarta región). El lugar es encantador y la viña evoca el sabor a la ambrosia; bebida que los griego usaban en las fiestas Dionisíacas para conectarse a los dioses. La gente es muy amable y nos reciben estupendamente, nos dan un paseo por las dependencia y una magnífica clase de cómo se produce este licor, que bien producido y preparado es un elixir RRReal
Salimos en medio de los humores de la espirituosa bebida, ya que debemos llegar a la hora a nuestra cita más importante. Cantamos. Efectivamente, nos inscribimos en las oficinas del pueblo y salimos en caravana hacia el Observatorio Mamalluca (que en idioma Diaguita quiere decir “lugar de cosas extrañas”). Subimos en los vehículos un corto trecho en dirección a la cima, hasta que una desvencijada garita que dice “coca cola” nos anuncia la llegada. Este es un observatorio pequeño, no comparado con otros de la segunda región del país y menos aún con los que están en proyecto para entrar a funcionar en 50 años más. Pero para nosotros es más que suficiente.
Llegando allá el guía nos conduce a una pequeña sala en donde hay un público multinacional y una gran pantalla en la pared. Los encargados preguntan si queremos la charla en español o inglés. Y comienza el relato, que nos dispara violentamente hacia las profundidades del Cosmos... Nos asombra saber que lo que vemos en el cielo ocurrió hace miles o hasta millones de años atrás y que si muere una estrella esa noche no lo veremos sino hasta miles de años después. La bóveda celeste se aparece entonces como un mapa del tiempo extendido sobre nuestras cabezas.
Durante muchos mi
les de años, desde que existimos como especie, los hombres han buscado en las estrellas una explicación al extraordinario fenómeno humano. Y de hecho nos muestran las constelaciones que desde la época del los Caldeos y Griegos existen como señales en el cielo y configuraciones que dotan a los nacidos de ciertas características zodiacales. Y sorprende saber que hay otras configuraciones estelares, como las americanas y que eso significan las gigantescas figuras geométricas de Nasca, Perú.

Aunque nos enfatizan que la astronomía y la astrología no tienen nada que ver.
También nos cuentan como nacen las estrellas y como se forman los planetas, así las galaxias y los cúmulos, y las distancias absurdas, imposibles de imaginar entre una y otra; por ejemplo la estrella más cercana al sol queda a 4 años y medio luz, es decir la distancia que se demora la luz en recorrer durante 4 años y medio de viaje (¡uff!).
Y como podemos orientarnos en ese maremagno de lucecitas colgadas al cielo. Algunos de nuestros viajeros, luchan contra una impertinente somnolencia bajo la intensa oscuridad cósmica.
Luego vamos a los hechos, subimos a la terraza alta, en donde hay instalado un Telescopio que tiene una respetable envergadura y en donde Felipe un chico bien dispuesto e inspirado, nos da una breve explicación sobre lo que oímos recién y pasa a mostrarnos su tesoros. ¿Como se originan las estrella? A partir de un cúmulo de partículas principalmente de Hidrógeno y algo de Helio que se van juntando por atracción hasta formar una enorme caldera de fusión nuclear que va despidiendo luz y transformándose por presión en otros elemento químicos; lo que sobra de este proceso pasa a formar los planetas Y nuestra primera vista en consecuencia es la Nebulosa Karina, lugar en donde todo se origina... Nos sacude la emoción al descubrir este nuevo Origen... y fuente de nuestros desvelos; estamos frente a frente al lugar en donde todo nace... la imagen es sobrecogedora y hermosa. Nos acontece un silencio capaz de atragantar al alma desprovista: sentimos el asalto de la inmensidad...

Luego de una pausa cambiamos el foco, y vemos a Júpiter y un par de sus 50 y tantas lunas, en medio de el fuego cruzado de las preguntas sobre todo los tópicos, desde los más técnicos, como ¿por qué el Trópico de Capricornio se llama así?, o ¿a que distancia se encuentra esa galaxia? pasando por los OVNIS, el relato bíblico, y toda la cultura fantasmagórica. Felipe no alcanza a responder.
Salimos luego a los telescopios de afuera en donde podemos hacer otras observaciones, como Cúmulos regulares e irregulares. Con su puntero láser nos enseña la constelación de Cáncer, a simple vista. Y observamos una famosa estrella binaria, que son dos soles que giran uno en torno al otro y que alternativamente mueren y renacen traspasándose la energía...
Nos advierten que hemos tenido grandísima suerte ya que hacía dos semana que el cielo estaba nublado y hoy por fin esta despejado coincidiendo con nuestra visita; pura magia.
Vemos a simple vista dos enormes estrellas fugaces que al cruzar el cielo nos despiertan los más descabellados deseos.
Al finalizar la sesión nos deja en la sala de Subvenir, en donde podemos conseguir el Programa Estelar transmitido por la internet para estar al tanto de los acontecimientos cósmicos de creación y destrucción de los múltiples y escabrosos mundos posibles. Lo que hace recordar el colosal libro “El Hacedor de Estrellas” del escritor inglés Olaf Stapledon.
Terminamos con la duda expuesta de si somos restos de una civilización que encontró también un planeta amable para seguir la aventura de la consciencia humana al ocaso de su mundo... como pasa hoy con el nuestro.
Bajamos luego con todo el equipo que por las enormes emociones e intensidad del viaje esta agotado y necesita descansar, para seguir mañana. Nos resuena en alguna parte del alma, la música del Mamalluca de los Jaivas. Después de hoy, la bóveda celeste paso de tres a cuatro dimensiones.

Al otro día iniciamos el día con una magnífica clase de Yoga que nos brinda Arcabuz, el Gladiador, que nos recompone y nos prepara para una nueva jornada. Ese día iríamos más adentro, hacia un lugar llamado Cochiguaz, acercándonos hacia un Centro de Energía ubicado hacia el corazón de la Cordillera y en donde construimos una pequeña compuerta a la cuarta dimensión. Y sobre la que sería un despropósito seguir hablando, de manera que dejamos el relato hasta aquí... Río Mágico.

Volvemos el lunes a Santiago a eso de las dos de la mañana, en medio de una tormenta escandalosa; pero inmaculados después de esta Odisea Espacial, sintiendo que nada pernicioso nos puede pasar... // g. n-c. Para “The Water Festival News”