Thursday, July 17, 2008

I. Programada versus I. Vital

He afirmado que la Universidad cercena la Inteligencia de la persona, que la reduce peligrosamente poniendola más sonsa e inepta; frente a lo cual algunos han reaccionado airadamente poniendo como contraejemplo logros que pueden exhibir "tales y tales profesionales". Y entonces es mi deseo aclarar estos dichos ya que no están expresados en un ánimo beligerante, ni de denuesto; ni quiero decir tampoco que las personas que están actualmente siguiendo estudios Universitarios debieran dejarlos, a fin de salvaguardar la integridad de su inteligencia.
El sistema universitario y en particular "el saber actual en general " se ha compartimentado, sustrayendo al individuo de una visión general de la vida para coercer su mirada a una área especifica del saber y que constituye la especialidad que el sujeto estudia. Es decir, circuscribe el conocimiento. Por su parte, las conclusiones que un área del saber acepta no influye en las otras ramas del saber (ha habido caso en que si, pero no es lo común); siendo lo que se llama la “formación general” en la Universidad, habilidades que le servirán para tratar con esa área de su saber, como es conocimientos de matemáticas, física, geometría, química (in)orgánica, estadísticas, etc. Y otros más acotados como políticas de explotación, legislación sobre ese producto, comercialización, etc; que no sacan al individuo de ese dominio, dotándolo de las herramientas para tratar en ese campo específico del hacer y omitiendo las otras zonas de la vida, que es lo que le permitiría al sujeto relacionar su hacer con la vida en general y con su propia existencia... Es decir, lo entrena para la especificidad, pero ni siquiera para resolver problemas nuevos dentro de su plaza, sino simplemente repetir formulas aprendidas en su entrenamiento. Vemos así que la muchas de estas personas "especialistas" suelen tener problemas conductuales, sociales y/o familiares, que no saben como tratar a sus propios hijos, o son inadaptados, neuróticos, obseso-compulsivos o simplemente antisociales, en el sentido de no saber relacionarse con su entorno apropiadamente.
Estas son cosas que personalmente me constan; y puedo expresar enfáticamente que he conocido más personas inteligentes fuera de la Universidad que las que conocí dentro. Para poner un solo ejemplo; he conocido un tipo del campo, de unos 25 años tendría, que fue contratado por un Medico Veterinario para que le hiciera su casa, y que fuera una casa moderna de adobe, con vigas etc con un diseño especial, emplazada en la falda de una loma; y este sujeto –llamado Gonzalo- se informó bastante bien de qué trataba la cosa, saco sus cuentas, contrató una cuadrilla y dirigió la obra; por la cual fue pagado como merecía; hasta ahí todo normal, excepto por una cosa; Gonzalo no sabía leer ni escribir.
Dificulto que un arquitecto actual, salido de la Universidad sea capaz de hacer una casa, tal como lo hizo este hombre; y dificulto aún más que un arquitecto actual pueda realizar una construcción como la Catedral de Santiago de Chile por ejemplo (recuérdese que es una construcción enteramente de piedras, que se sostienen unas a otras y que entre medio no tiene vigas ni menos fierro, es solo una pila de piedras perfectamente moldeadas y encajadas formando -entre otras- la bóbeda y cúpula, y que ha soportado los embates de todos los terremotos desde la fecha construida). Se dirá "pero los arquitectos de ahora hacen edificios"; lo que objeto diciendo que usan fórmulas de computadora, y que es cosa de sacar algunas cuentas, ingresar los datos y listo.

Me parece que los grandes genios de la humanidad no fueron a la Universidad. La Universidad nunca ha creado grandes escritores, grandes filósofos ni grandes artistas, y si estos fueron a la Universidad fue para completar lo que ya traían desde antes.
La vida requiere otro tipo de inteligencia, lo que Ortega y Gasset llamo “razón vital” (y que yo he llamado la “inteligencia vital”), que no sea una inteligencia programada, sino una inteligencia viva; la I. P. se basa en el aprendizaje memorístico y en la combinación de los datos que ya han sido ingresados en la mente del sujeto, pero no lo habilita para resolver problemas nuevos y ni siquiera para dar soluciones nuevas a problemas viejos. Programa la mente para funcionar en esa tarea específica.
Ahora, no estoy afirmando que la formación universitaria no sirva para nada, digo que puede servir si la persona no pierde su inteligencia vital, la que es cercenada sistemáticamente debido modus operandi del sistema de enseñanza, apoyado por el gran prestigio que tienen las Casa de Estudio y a las teorías sobres las que asienta su saber, que van borrando la inteligencia genuina que el sujeto traía antes de ingresar a ella. Y pongo un desafío simple a quien se precie de tener su inteligencia intacta: ¿es capaz usted de crear un chiste? A ver, inténtelo.
P.D. en la foto; Gonzalo