Nutrición, aclaración y política alimentaria.En el año 2001 hubo un desastre por temporales en el país, lo cual derivo en declarar estado de emergencia a las zonas más afectadas, de parte de las ONEMI (oficina encargada de administrar los desastres naturales). A raíz del cual observamos que la alimentación dada a los niños refugiados, otorgado por el organismo gubernamental encargado, ponía énfasis en los llamados antialimentos, es decir alimentos ricos en carbohidratos y bajos en vitaminas y proteínas, específicamente fideos, arroz y pan blanco.
Lo anterior nos llevó a escribir en términos perentorios a la Ministra de Educación de la época, la Sra. Mariana Alwin Oyarzún representándole nuestro asombro por este hecho y sugiriéndole poner énfasis en una alimentación basada en el pan integral, arroz o fideos Integrales, así como demandando una campaña de educación en este sentido. Exponíamos en esa carta las propiedades de estos alimentos, tomando como ejemplo la diferencia entre pan blanco y pan integral, específicamente por los contenidos en germen y salvado de trigo, ausentes en el primero.
La Ministra - dije ella- derivó nuestra misiva demanda al organismo encargado de la dieta, la Junta de Auxilios Escolar y Becas (JUNAEB), de donde recibimos una carta suscrita por el director del organismo, el Sr. Ricardo Calabby C. Nos llamo la atención que la respuesta adolecía gravemente de los fundamentos técnicos que se esperan del director nacional de un organismo tan importante en esta materia, ya que se remitía a demostrar que los índices nutricionales se ajustaban a las normas dictadas por los organismos fiscalizadores. Notamos que este señor omitía señalar su profesión en esta y solo se remitía a poner su nombre. Nos invitaban también a visitar sus instalaciones. Nuestra contra respuesta fue en términos más severos, demandando una explicación más fundamentada ya que la realidad indesmentible es que los niños carenciados, pertenecientes al estrato socio-económico más bajo en Chile, escasamente destacan en alguna actividad, sea deportiva, científica o creativa en general -a la par de otras dolencias como es la pésima dentadura de la población-, y esa era la demostración más palmaria de una alimentación insuficiente.
Después supimos que este señor Calabby es abogado y cuyo puesto es claramente político, y por tanto -a nuestro ver-, muy inapropiado para ejercer esta función. Muy luego fue removido, pasando al presidir el ministerio de agricultura, bajo cuya administración se perdieron como 100 millones de pesos sin encontrarse nunca, y luego de lo cual el Sr. Calabby desapareció de la escena pública.
Hace unos días nos entrevistamos con la Dra. Eva... (de apellido impronunciable), especialista en nutrición del INTA, de la Universidad de Chile a quien demandamos una explicación sobre el despropósito.
Su respuesta fue en el siguiente tenor: el pan blanco por ley está enriquecido con acido fólico (que participa en la síntesis de la hemoglobina), hierro, vitaminas D y E, y por tanto, desde el punto de vista nutricional es mejor que la harina integral.
Y aunque no estamos muy de acuerdo con esa teoría, resultó la explicación buscada.
