Monday, May 14, 2007

Esperpentos del arte urbano

El homenaje a la labor de bomberos ubicado en el bandejón central de las calles Irarrazaval / Macul, llamada Plazoleta Bomberos de Ñuñoa a sus Mártires (foto)Se trata de una obra en latón -de bastante baja ley-, formando un tabique vertical, sobre un plinto de concreto en pirámide cortada, sobre la que se inscriben las placas de su sentido epitafio; con una escalera en que sube una figura -que bien parece cómic- hasta una ventana en arco de medio punto; la figura lleva algo en la mano que quiere sugerir una manguera (o tal vez una sierpe); ventana de la que surgen unas llamaradas -suponemos que eso quiere figurar- en el mismo material.Y por el lado contrario del panel, baja por una escala otro mono animado sugiriendo cargar algo en los brazos. Sobre el parapeto, unas "tejas" a mal traer que parecen de plasticina. Usualmente se mantienen las desconcertantes "llamaradas" en el color oxidado original, mientras el resto se pinta de un solo color, invariablemente horrible, aumentando aún mas la sordidez del surtido.El conjunto está pésimamente trabajado, y no logra evocar sentimiento alguno que no sea desconcierto o repulsa. Si parece que de un momento a otro se va a desarmar cual cajitas de fósforos (pensándolo, su evocación puede ser muy indirecta) levantadas para un espectáculo circense de Arácnidos. Avocastro que carece totalmente de espíritu; una construcción feble que no puede imputarse siquiera a niños desprovistos, y no parece querer homenajear la labor bomberil sino mas bien ofender arteramente. Se yergue así en el paradigma de los Esperpentos Urbanos que nos tiranizan con su improperio visual.
Si hacemos un esfuerzo supremo por rescatar algo -queriendo ser ecuánimes aunque la dificultad es manifiesta-, podemos decir que acaso, la idea general -en alguna eventualidad- podría rescatarse modificándola íntegramente.No sabemos quien es el autor de este adefesio - si de artístico se precia-, pero nos parece que data de la época en que los asesores de la estética urbana usaban uniforme. Esperamos que los responsables se fijen en la estética y no solo en las cifras, y que no sigan agrediendo a la comunidad con ese fatídico mal gusto profesional. Exigimos que convoque con urgencia a un concurso público -no privado- para reemplazar esta verdadera "ofensa a la moral y a las buenas costumbres", como parece rezar su cruzada.Si así no fuera, Bomberos de Chile están en legítimo derecho de entrar en huelga en protesta por este verdadero oprobio. Tenemos entonces obras públicas que buscando erguirse como testimonio de reconocimiento para el transeúnte, en la rememoración de los hitos que han forjado la historia de su identidad, resultan un propósito fallido por la formulación de una ejecución formal exenta de autocrítica y sujetas al ignaro descriterio que en un momento se ha impuesto, resultando la diatriba que su levantamiento comporta.


Lo mismo que el vejatorio Plan Regulador de Ñuñoa, paradigma del mal gusto, la ramplonería y la vulgaridad del Sr. Alcalde y sus secuaces.