Wednesday, April 01, 2009

Buscando el Origen

Camine por esa cordillera que me vio crecer,
atravesé farellones, collados, portezuelos,
gélidos esteros, glaciares colgantes, cumbres recóditas, buscándote como un sonámbulo...
Quería que me perdonaras, que tuvieras compasión
pero tu reíste, te mofaste sin misericordia...
Y entre carcajadas me lanzaste una penitencia inaudita.
Dijiste que no me querrías nunca y que erraría por la tierra yerma.
Entonces, sin poder contenerme lloré a lo que se llama moco tendido
porque yo sabía que no podía cumplir la sentencia
era demasiada alta la vara que me ponías.
Y anduve de noche por la tierra seca, vi la humillación de los ciegos
los deseos inconclusos de mis amigos; oí el rechinar,
deflagraciones que no había imaginado siquiera
y supe lo que era el hambre de ser querido,
y supe lo que fueron vidas desbarrancadas
en rompientes e insobornables roqueríos
Conocí los días en que el sol abraso las bestias y a la zarzamora,
vi reventarse las bandurrias en el aire porque tu no me querías de nuevo a tu lado, porque era yo un hijo de la desdicha...
Pero aún yo quería redimirme,
quería que me aceptaras de nuevo en la casa tuya
que me abrazaras.
Pero tus palabras sonaron en mi como un trueno
¡vete de aquí carajo, ya no eres mi hijo!, me avergüenzas,
y no vuelvas jamás. Y así, con ese dolor abrasándome las entrañas
envuelto en maldiciones, yo quería darte una satisfacción
quería ganar de nuevo el amor tuyo
saber que estaría sentado a tu diestra.
Pero la vara parecía cada vez más alta
cada vez después de un nuevo fracaso, de una nueva demolición
después de cada concupiscencia; y tu voz martillando mi cerebro
me decía que no era digno, que no podría volver.
Y entonces, devorado por el anhelo más ardiente
por el deseo más colosal que me había acometido jamás
pude sentir en mi, por solo un momento
ESE MISMO AMOR TUYO POR TODAS LAS CRIATURAS...
Sentí que el cielo nuevamente se abría...
Supe que estaría bien, que te vería...