Wednesday, April 18, 2007

3 síndromes

3 síndromes que afectan a los chilenos hoy //x senderista

Actualmente tres males de tipo mental afectan a la población chilena, difícilmente se encuentra a alguien que no sufra uno de estos síndromes y que de alguna manera, están íntimamente unidos a nuestra idiosincrasia y a su vez determinados por ella; es decir conforman un entrampamiento;

-El 1ro es el Síndrome C-r ( o “el carerajismo”)
-El 2do es el Síndrome H-p (o el “hijodeputismo”)
-Y el 3ero es el Síndrome C-h (o “comolasguevismo”)

Buscando una buena imagen para entenderlo, se pueden caracterizar atendiendo a como cada uno de estos “pacientes”, perjudica a los demás:
Comencemos por los del Síndrome C-r, este nos caga “cara de raja”, no nos pregunta ni le importa; está acostumbrado a hacerlo, ahí podemos ubicar a por ejemplo los que dueños del país, lo que se llevan el pedazo grande de la torta. Pero también están los delincuentes, los terroristas. Y los uniformados en general.

Los del Sindrome C-h, nos caga sin querer, nos caga por su indolencia, por su flojera, con su falta de sinceridad y por ser “como las huevas”. Ahí podemos ubicar por excelencia a la población desposeída, a los empleados públicos, los funcionarios del estado, los haraganes profesionales y los ineptos de todo tipo...

Y El Síndrome H-p son los que nos cagan pero nos convencen de que no nos están cagando, tnos doran la píldora, nos dicen que lo negro es blanco y siempre tiene argumentos para justificar lo injustificable. Ahí podemos ubicar por excelencia los políticos, a los vendedores de bisutería, a los curas. Y a todo tipo de embaucadores.

Los C-r hablan poco, son de pocas palabras y van directo a la acción. Sonríen muy levemente y tienen cara de autosatisfacción. Como si cagarte fuera lo más normal del mundo. Juegan limpio solo si van ganando.
Los H-p hablan mucho, su virtud es el argumento, se mueven mucho y hacen poco. Y siempre están sonriendo. Como diciendo “te estoy cagando, pero no lo creas”.
Los C-h pasan de la risa al llanto con facilidad, llevan de sonrisa una especie de mueca, como diciendo “disculpe”, “como usted diga”. Pero por no le trabajan un peso a nadie. Para que rindan hay que tratarlos a “patada en la raja”. Los C-h llevan un cartel encima que dice “valgo callampa”.

Las instituciones armadas son una forma creada por los C-r para sacar rendimiento a los C-h; allí los H-p no tiene lugar, por eso lo desacreditan y en venganza crearon la Democracia.

En estos tres tipos se divide la población, claro que existen también combinaciones, es difícil encontrar un ejemplar puro, por ejemplo el fra fra es una combinación de C-r con H-p. Y S. Piñera es al contrario, una combinación de H-p con C-r.

También hay luchas de poder, un C-h es aspiracional, quisiera ser C-r, pero como es tal, nunca lo logra.
El H-p es pretencioso, lucha por ser un C-r (pero en el fondo le encanta ser un H-p) y normalmente debe acudir a su proverbial verba, para ligarse con alguien proveniente de la especie C-r. Estas últimas son jovencitas que tienen resentimiento hacia su especie y por despecho se pueden casar con un H-p (jamás con un C-h). Ahí se producirá la lucha de especies toda la vida, que se puede salvar gracias a la verborrea del hijo de puta.
Pero difícilmente un C-h puede llegar a ser un C-r, a lo más que puede aspirar es a ser un H-p, si es suficientemente astuto y además tiene suerte. Como los dirigentes sindicales. O los profesores.

También a nivel sexual se manifiesta este síndrome:

Los C-h. Les gusta dárselas y hablar de minas y etc, pero la verdad es que no pasa nada, son pajeros y eyaculadores precoces.

Los H-p. Son los más sexuales, son insatisfechos crónicos y de tanto darle, a menudo se les da vuelta el paragua. Por eso andan envueltos en aberraciones sexuales etc.

Y Los C-r son los menos sexuales, se les ha pasado el interés, aunque siempre se cree que la llevan porque se rodean de mujeres bellas, pero la verdad es que solo miran y a lo más tocan; a menudo la Sra. C-r se los caga (cara de raja) con un H-p.

Los C-r presumen que no necesitan a nadie, que se las pueden arreglar solos, que son autosuficiente, pero lo cierto es que necesitan de los H-p para que justifiquen su carerrajismo. Y de los C-h para practicarlo.
Lo mismo pasa con los H-p, que son los grandes mediadores, son los conciliadores y colchón entre las otras dos especies. Los H-p requieren de las otras dos especies para instalarse como salvadores de uno u otro grupo. Es decir los H-p son escaladores del poder.
Los C-h parecen cantar permanentemente: “sin ti no soy nada”...

Pero los peores son una combinación de los tres; y honestamente , ahí me debo clasificar; ya que con los H-p soy como las huevas, con los C-r soy hijos de puta y con los C-h soy careraja jajajaja.

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