Ayer me tocó asistir al teatro Municipal de Ñuñoa que está bastante movido, con cine, conciertos, recitales, teatro etc. todo con entrada gratuita. Ayer le tocaba el turno a Jazz; el teatro estaba repleto y el invitado era nada menos que Cristian Cuturrufo y su banda, a quien no había oído en vivo y directo, y debo decir que me causó una guapísima impresión; creo que es un músico de exportación y de hecho ha tenido giras internacionales especialmente a países orientales, un video previo al espectáculo da cuenta. Antes de oírlo aún no estaba muy seguro que respondía a la fama que tiene pero lo cierto es que me sorprendió gratamente; se pasea con desenfado por los diferentes ritmos del jazz, puede interpretar temas muy lentos y cadenciosos o temas rapidísimos con la misma maestría; mientras dirige dando señas a sus músicos; o interpretar temas de los grandes sin ningún complejo, por ejemplo a Miles Davis. Aunque la mayoría de los temas interpretados eran de su autoría; todos bellos temas y especialmente una delicia los de latín jazz. Creo que es un gran músico y además generoso, en cada tema invitó a sus amigos músicos; vino Paquidermo (en la foto) en trombón, Cristian Gálvez en bajo de 6 cuerdas, ¿Federico? Danheman en guitarra, un músico cubano en la percusión, y otros, además de los que son su banda. Aprovechando que estaba de cumpleaños trajo a sus hermanos a tocar con él, Carlos en la batería, Rodrigo que pinta el mono. Y terminó la presentación invitando a su padre, un señor peladito que toca el acordeón; en fin, un plato suculento de lo mejor del jazz de este momento. Esos si que son músicos de respeto; no como el calavera.
Bien por la Municipalidad, que lava su imagen.
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