Wednesday, October 26, 2011

Caos y ContraOrden

Frente a las tensiones que está manifestando nuestra sociedad en estas horas en relación al orden social y al problema de las clases socioeconómicas, a las luz de la modernidad y dejando atrás las antiguas manera de referir y relacionar, así como de evaluar y considerar, cabe reflexionar acerca de estos hechos en el tren de cambio que la modernidad impone y que el individuo en general, no alcanza a asimilar y entonces el síndrome de des-adaptación imputa sus rigores y latigazos. Parece necesario entonces traer una luz que permita entender y conducir estas pulsiones de tal suerte que no revienten en direcciones improductivas, sino lo contrario; constructivas y creativas, aunque haya mucha gente que apuesta por la destrucción, ya que permite la descarga de la frustración acumulada en forma violenta. Y no ven en el Orden la pasión ni el encanto que encuentran los acomodados en el sistema.
Muchas veces vemos frente a momentos de crisis sociales que se impone el discurso resentido que instaló en el imaginario colectivo las fuerzas de la izquierda, por definición “disgustada”, exaltando al desposeído y satanizando al poderoso. Lo que dió paso a todos los experimentos socialistas hoy en retirada y que no pudieron mostrar su eficacia en sostener un estado de cosas afincándose en la igualdad (el éxito de China popular se inicia cuando está dispuesta a dejar atrás esto de la igualdad y permitir la diferencia). Y es que parece este término enteramente retorcido pues niega algo imposible de negar; la diferencia. Si buscamos a dos personas iguales, seguramente no podremos encontrarlas, no seremos capaces de dar con dos seres humanos, ni animales ni vegetales enteramente iguales, y entonces este discurso de “igualizar” parece una obcecación persecutoria. ¿Cómo vamos a hacer para que todos seamos iguales? ¿no parece mejor ser diferentes? Al menos a mi me parece mucho más entretenido, más creativo, mas interesante la desigualdad que la semejanza. Entiendo que hay personas que sufren fantasías eróticas con la igualdad (clinicamente tipificado como "necrofilia"), pero a todas luces no parece conducente. Entonces los apasionados retrucan; “que no haya clase sociales y que todos seamos iguales ante la ley”. Sobre lo primero me pregunto ¿porque querrán que se extingan las clases sociales?; si esa persona estuviera en la clase acomodada ¿pensaría igual? seguramente no, pues por lo que vemos nadie del estrato “invulnerable” (contraponiendo el término al de estrato “vulnerable”, como se dice ahora) quiere hacer desaparecer las clases sociales; lo que prueba que quienes abogan por la desaparición de tal orden social quieren en verdad estar en la posición “privilegiada”, es decir sueñan con que se de vuelta la tortilla. Para mi y después de analizarlo concienzudamente, pienso que es bueno que existan diferentes clases socioeconómicas, pues si uno las mira sin pasión, las huele y comprende, advierte que son “culturas” disímiles, códigos distintos, estéticas propias, modos de relación que les caracterizan, problemáticas diferentes y mundos en general, enteramente desiguales; pongamos a una persona de estrato bajo en el mundo “invulnerable” y rápidamente querrá volver a su nicho (y lo mismo al contrario). Personalmente, me identifica la Clase Media y me siento fuera de lugar tanto en el estrato bajo como en el alto; lo he probado y puedo decir con honestidad que me es ajeno e indeseable. Y no sueño con vivir en la zona alta de la ciudad, ni son de mi interés sus intereses, ni tengo afinidad ninguna con personas que están fuera de mi estrato (esto dicho muy en general). Y no estoy exaltando a la Clase Media pues tiene defectos que también me tocan por pertenencia, pero que no destripare aquí, sino en otra ocasión. No se si eso me torna un sujeto siniestro, malévolo, injusto, canalla u otros epítetos de la jerga resentida.
Y frente a lo segundo; la igualdad frente a la ley; eso si parece muy justo y necesario. Sin embargo hay un alcance no menor que debemos hacer y es: “que cada Derecho trae o debe traer aparejado un Deber”; que tener todos los derechos y ningún deber es apostar a la decadencia de la sociedad, a la irresponsabilidad y en general al triunfo de las fuerzas autodestructivas en un mundo en estos días, en peligro.

1 comment:

  1. Muy bien Gzlz!, sólo le puedo acotar que mientras no se caiga en la discriminación está todo bien. Hay que asegurar la igualdad de oportunidades, eso es vital.
    Me encanta eso de nobleza abliga, le da cierta tensión interesante a la vida de otra forma caemos en al clásico "señorito malcriado", del que habla el Maestro Ortega en la Rebelión de las masas.

    Abrazos fraternos!.

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