Son muy razonables los argumentos que exhiben los indignados, contra el sistema Financiero (léase la Banca Mundial); contra la "democracia" (solo de nombre); contra el Poder de los Medios (incluyendo la Publicidad); los abusos de las Casas Comerciales (o retail, como dicen ahora); contra las instituciones armadas (y el enorme gasto en armamento), la sobreexplotación de los recursos naturales y el Cons

Y reconozco que ha hecho eco en mi desde hace ya mucho tiempo, que me comencé a sentir indignado cuando estudiaba en la Secundaria; me sentí indignado cuando busqué trabajo; me sentí indignado cuando estudié en la Universidad; cuando pensé en tener una actividad política (y me di cuenta de que no había modo de acuerdo en facciones que no buscaban acordar); me sentí indignado cuando recuperamos la democracia y espere a que esta fuera la solución para la inequidad; cuando trabajé por el Agua y me di de lleno con una barrera de obstáculos improcedentes; y entonces decidí que no iba a tener hijos pues era traerlos a un mundo que no tenia más de bueno y provechoso que de indignante e inoficioso.
Sin embargo mi indignación fundamental no fue contra el Sistema sino contra la gente; contra la ramplonería humana, contra la presunción y la altanería, contra el adormecimiento y la comodidad del ciudadano medio, contra la estulticia y la rapacería, contra el embuste y la mentira de la gente. Y luego, muy luego comprendí que parecía este no ser un mundo ideal y acaso no estaba hecho para serlo, ya que el problema más grave no estaba fuera del individuo sino dentro.
A todo esto la palabra indignado viene de dignidad, persona que siente amenazada o violada su dignidad se declara indignada.
Coincidentemente, en uno de los Noticieros de la TV anoche, entrevistaron a una amiga muy querida, la Su Gatica, que tiene una enorme vocación social y siempre boga por causas cuasi perdidas; y le preguntaron ¿Por qué está indignada? Y -amorosa ella-, dijo: “por lo que está pasando en África, por el maltrato a los animales y porque estos “guevones” creen que somos estupidos”. Bueno yo, francamente difiero con mi amiga, pues creo que ellos no creen que somos tontos; saben que lo somos; y es lo que permite la estructura de sociedad que tenemos, la que consiente en ordeñar a la población mientras le muestran teleseries, la farándula, fútbol, la moda, los electrodomésticos y las tuercas, las estrellas del Pop; y la embaucan con todo tipo de artimañas para mantenernos dormidos y entrampados.
Pero eso no ocurriría si el nivel de primitivismo y animalidad humana no fuera extremo (llamo especie humana solo por cortesía ya que deberíamos llamarnos preh

Entonces podemos sacar una cuenta nada halagüeña. Supongamos que de la pobación total:
Un 10% ve las teleseries
Un 15% esta interesado en la farándula
Un 5 % está dedicado a seguir el fútbol
Un 15% sigue la moda
Un 10 % es adicta a cualquier tipo de drogas
Un 10 % se acomodó en la pobreza
Un 5% es de las fuerzas armadas
Un 5% no se interesa por nada (oligofrénicos)
Un 5% que profitan del sistema (políticos y acaudalados)
15% resignados por la religión
5 % de delincuentes (de cualquier estrato)
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Tenemos un 100% de la población
(Sin contar a los niños chicos y los bebés, que adiestrados por un adulto normal van derechito a ensanchar cualquiera de los índices arriba expuesto).
Evidentemente, no va a cambiar el sistema en estas condiciones. La única posibilidad es que un porcentaje no menor de este 100% despertara y pudiera organizarse y hacer algo. Por todos los signos, es lo que estamos viendo en estos días, sin embargo cabe preguntarse; si las cosas efectivamente cambiaran ¿Cuánto se demorarían los Poderes fácticos en entronizar nuevamente un orden indignante?
Para mi, y muy a mi pesar...no hay salidas colectivas...
Por tal es que me declaro Indignado a Destiempo.
P.d.1. Mi perpicuo amigo M. Rodriguez -afamado Chapulin Diaguita- haciendole honor a su bien ganado apelativo me escribe una invectiva no exenta de pertinacia, que reza: "Iracundo Gzlz!, desde ahora: El eleático. Bueno su análisis, me gustó. Pero no estoy de acuerdo con sus conclusiones. De ser tal como usted promulga a los cuatro vientos, el proceso, el cambio, la transmutación, el mismisimo Heráclito (tan iracundo como usted) se nos van a las mismas pailas. Recuerde la insigne sentencia del último despierto de occidente: "yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo. Un abrazo.
Frente a lo cual no puedo más que reconocer lo maciso de sus argumentos y lo irredargüible der sus disquisiciones; echandome encima -de paso- ni más ni menos que al imponderable Heráclito; y trayendo codo con codo al enorme Ortega y Gasett -Amín me libre-. Y para conciliar posiciones de suerte que no llegue la sangre al río estoy dispuesto a reconvenir que; creo que el alma humana efectivamente necesita un ideal, seguir una utopía, luchar por algo mejor, aunque nunca lo alcance. Puedo reconocer que vive tal necesidad en el alma: luchar por un mejor mundo, sabiendo que quizás nunca llegue a ser una realidad. Y que en ese hacer se hace a si mismo.
P.d.2. Y para terminar la golpiza, me da duro en el suelo, ni más ni menos que con el descomunal Goethe: "El canto que canta la garganta, es el mejor premio para el que canta". -Amín me guarde-.
Iracundo Gzlz!, desde ahora: El eleático.
ReplyDeleteBueno su análisis, me gustó. Pero no estoy de acuerdo con sus conclusiones.
De ser tal como usted promulga a los cuatro vientos, el proceso, el cambio, la transmutación, el mismisimo Heráclito (tan iracundo como usted) se nos van a las mismas pailas.
Recuerde la insigne sentencia del último despierto de occidente: "yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo.
Un abrazo.
Como decía el Gran Goethe: "El canto que canta la garganta, es el mejor premio para el que canta".
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